Del mismo modo que los humanos nos comunicamos de forma oral, también lo hacemos por medio de la escritura. Las palabras son el vehículo perfecto que consigue tender puentes entre los seres humanos. De ahí que en la elección de las más adecuadas, esté la clave de la verdadera comunicación.
Pero, en los últimos años, la palabra escrita ha tomado una nueva dimensión: ya no es solo el significado, también la forma y el aspecto con el que se muestra son influyentes para crear el vínculo perfecto con el lector. No hay que obviar que vivimos en la era de la imagen. De ahí que encontrar la tipografía adecuada sea una labor primordial para conseguir el objetivo principal: establecer la comunicación con el lector.
Por hacerlo de una manera sencilla, podemos definir la tipografía como el arte de crear y diseñar letras.
¿Qué es la tipografía?

Como ya hemos visto, su función es facilitar la comunicación por lo que conseguir el diseño adecuado es fundamental en ese proceso y no solo a nivel estético, sino también lo suficientemente comprensible y adecuado para el tema que se va a tratar.
La tipografía como transmisora de emociones
Aunque sea un elemento que, a priori, nos pueda parecer poco importante, el diseño de las letras transmite una serie de emociones que, de forma automática e inconsciente, hablan sobre aquello que estamos leyendo. Serenidad, profesionalidad, diversión o romanticismo, pueden ser algunas de esas sensaciones aplicables a las letras según su diseño.
Es así como, dependiendo de ese mensaje que queramos transmitir, así será la tipografía elegida. Trazos más gruesos o más finos, letras esbeltas o redondas, más grandes o más pequeñas e, incluso, con o sin detalles o adornos.
De ahí que el primer paso sea meditar qué es lo que vamos a transmitir en nuestra web y cómo queremos que llegue el mensaje. No es lo mismo una tipografía para una empresa automovilística que para la de una librería, por ejemplo.
Regla básica de una buena tipografía: la legibilidad
Una vez hemos dado con el tipo de emociones que queremos transmitir es el momento de elegir el tipo de letra que va a ocupar nuestra web. Afortunadamente, en los últimos tiempos, el mundo del diseño gráfico ha avanzado considerablemente, abriendo un abanico infinito donde poder elegir. Sin embargo, a veces queremos hacerlo tan original y rebuscado que olvidamos la misión principal de nuestra página: comunicarnos con los lectores. Y para que esto suceda, es necesario que la tipografía sea totalmente legible.
Pero para que esto suceda, no solo depende del tipo de letra que vayamos a elegir, también influyen otros factores como:
Estructura del texto

Es fundamental que el texto esté bien estructurado, respetando los márgenes, el espaciado entre las líneas o, incluso, la anchura de la misma.
Un texto bien escrito y estructurado correctamente invita a ser leído. De ahí que se aconseja el uso de títulos y subtítulos para separar conceptos, así como destacar alguna palabra en negrita o cursiva, siempre con mesura e inteligencia.
El contraste
Conocemos como contraste la unión que se produce entre el color de las letras y el del fondo. Este es fundamental para que el texto resulte legible o no. De ahí que en la mayoría de los casos, se opte por un fondo blanco con letras en negro. Este contraste, casi generalizado, es el que más facilita la lectura.
Tipos y tamaños de letras

Aunque no existe una regla determinante, es aconsejable que se utilice un solo tipo de letra para un mismo documento. En algún caso especial se podrían utilizar hasta 3 tipos distintos, pero siempre guardando una coherencia y cierto equilibrio.
En cuanto al tamaño dependerá siempre del diseño que hayamos elegido, tanto en la tipografía, como en el de la propia página web. Aunque no es especialmente importante ya que el usuario siempre tiene la posibilidad de cambiar el tamaño desde su dispositivo.
¿Tipografía clásica o diseño exclusivo?
Encontrar la tipografía perfecta para nuestra web es un arduo trabajo que te llevará bastante tiempo, así que lo mejor es probar todas las veces que sea necesario hasta dar con aquella que resulte perfecta: un diseño que transmita esas emociones pero que no pierda la legibilidad en ningún momento.
Los tipos de letra clásicos como la Verdana, Arial, News Times Roman o Georgia están más que probados y resultan ser los más sencillos de leer, por lo tanto su utilización puede resultar un valor seguro. Esto no implica que, en un momento dado, se pueda crear un diseño propio para una tipografía en exclusiva. Algo que aportará un toque extra de personalidad a la página.
En definitiva, más allá del mensaje que queramos transmitir y la corrección en la escritura, existe un pieza fundamental para un correcto diseño en las páginas webs y es la tipografía elegida para los textos. De ella dependerá, en gran medida, la comunicación con nuestros lectores y, en definitiva, el éxito de nuestra empresa.